Una de mis consolas ha muerto, sí. Un aparato que debería estar diseñado para aguantar, no digo que para toda la vida, ya que al final las cosas electrónicas son así, y tarde o temprano dan problemas. Lo que no es normal es que se den problemas tan «relativamente» pronto.
No es que mi consola estuviera recién comprada, tendrá ya sus años, pero lo que no me parece bien es que se estropee antes de que salga la siguiente generación, o mejor, pasado un tiempecito desde esta. Ese momento en el que te cambias a la nueva consola y en el que la que la vieja pasa un poco a segundo plano.
Las cosas deberían ser así, pero parece que a medida que avanza la tecnología, por increíble que parezca, las consolas cada vez se estropean más fácilmente. Esto es algo que me indigna bastante como consumidor, ya que quieras o no, la consola te cuesta sus 400€ (dependerá de cual sea, pero es una aproximación), y que esta se estropee, molesta bastante.
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Las Consolas Antiguas Aguantaban mucho más
¿Soy el único que lo piensa? No lo creo, el caso es que tengo tela de consolas antiguas guardadas de hace un porrón de años, y cuando me ha dado por volverlas a conectar estas funcionan sin problema.
De hecho, es la primera vez que se me muere una consola. Una consola que supuestamente está a años luz comparada con otras como la Super Nintendo o la Nintendo 64, que jamás me han dado problemas y que siguen funcionando hoy en día.
Me pregunto si el problema está en que las empresas de hoy en día deciden centrarse más en cosas como la potencia o la cantidad de memoria de una consola, dejando de lado algo tan importante como es su resistencia a largo plazo.
Se que muchos pensarán que es normal que se estropeen, pero yo creo que no lo es, que si antiguamente las cosas funcionaban mucho mejor, es por algo, y que teniendo hoy muchísimas más herramientas y avances tecnológicos, esto debería pasar todavía menos. Y si eres de los míos y has tenido consolas antiguas, seguramente me comprenderás, porque lo que pasa hoy en día no es para nada normal.
No se los demás, pero por mi parte estaría dispuesto a perder potencia o memoria en favor de tener un producto longevo y no con una fecha de caducidad demasiado temprana para un producto que debería aguantarte al menos unos 6 años, por decir algo, el tiempo necesario hasta que sale la nueva generación de turno y pasa un tiempecito como para que valga la pena invertir en la nueva consola.
Obsolescencia Programada
Mucho se habla sobre este concepto, algo que a todos nos molesta y de lo que tampoco podemos afirmar rotundamente que sea así, pero que al menos, huele a que algo se cuece.
La Obsolescencia Programada es cuando a conciencia se crean productos que terminarán estropeándose pasado un tiempo, con esto obviamente se aumentan las ventas. Piénsalo, te has quedado sin tu consola de nueva generación, y… oh, que va a salir el nuevo juegazo de turno, necesito tener mi consola, y vas y te compras otra.
Si esto es 100% real o no, es algo que no podemos saber. Los que realmente saben si esto es cierto o no son precisamente los que jamás lo admitirían, y si lo desmintieran, nadie se lo iba a creer.
Pero tanto si estamos hablando de Obsolescencia Programada, como si se trata de otra cosa, lo que es evidente es que parece que las consolas cada vez se estropean más deprisa.
¿Qué podemos hacer?
Una más entre tantas injusticias en el mundo ¿no? La única solución real a este tipo de cosas es algo que no haremos, ya que el ser humano tiende a quejarse pero no a actuar al respecto.
Como consumidores deberíamos obtener un producto que funcione y que no se estropee tan rápidamente y para que una empresa haga algo al respecto, tiene que ver una pérdida considerable en sus ganancias. Si como consumidores, no consintiéramos este tipo de fallos en las consolas, y como contestación, dejáramos de gastar en ellos, ya verías lo rápido que solucionaban todo esto.
Pero claro… La única forma para que esto funcione sería que todos nos pusiéramos de acuerdo y cerráramos la billetera ante consolas con semejantes problemas. Pero es lo de siempre, al final nadie hará nada, y los pocos que se lo tomen en serio, no serán suficientes como para que tengan pérdidas notables.
Es una pena, ya que ciertamente somos los consumidores los que tenemos el verdadero poder, no ellos, y en lugar de organizarnos para tener lo que merecemos… nos conformamos y seguimos gastando y gastando como borregos. Lo duro es que lo hacemos aun a sabiendas de que hay muchas cosas que no están bien.
Y mientras más permitamos, peores serán las cosas, ojalá algún día la humanidad (me incluyo) abra los ojos y comencemos a movernos frente a lo que nos parece injusto, pero no a modo de una simple queja, a modo de cordinarnos para que realmente recuerden que sin nosotros… ellos no ganan nada.
¿Qué opinas sobre este tema? ¿Te ha pasado alguna vez algo parecido? ¿Por qué no hacemos nada al respecto? ¡Deja tu comentario!