Guía del Dragón Smarag en Elden Ring

Smarag en Elden Ring

Smarag, Dragón de Piedra Refulgente, es un jefe de Elden Ring que como todo dragón en el juego (al menos hasta ahora) pues supondrá cierto reto, aunque la verdad es que si vas con cuidado al final no es para tanto, sobretodo si lo comparamos con muchos otros jefes que considero que son bastante más complicados.

Si estás aquí lo más probable es que ya te hayas topado con Agheel y si no es así te recomiendo que le eches un vistazo a la guía que te he enlazado porque Smarag al final es un combate más o menos igual que el que tuvimos con Agheel solo que un poco más complicado para compensar también que en la zona que lo encontramos a priori ya estaremos en un nivel más avanzado; y claro, lo ideal sería que derrotes previamente a Agheel a modo de entrenamiento; lo dicho tienes la guía enlazada un poco mas arriba en este párrafo.

Pero ya centrándonos en Smarag de nuevo, nada, vamos con su localización y más abajo la mejor forma para derrotarle de forma sencilla.

Localización: Barrio de los Templos

Localización de Smarag en Elden Ring

No encontraremos a Smarag en el Barrio de los Templos como tal, pero sí que esta es la gracia más cercana a él. Desde allí simplemente tendrás que dirigirte al norte y lo encontrarás. Perdida no tiene porque a fin de cuentas es un Dragón enorme y sigiloso no es precisamente.

En la foto tienes la localización exacta, esta zona es Liurnia, que es la que tenemos al norte del castillo de Godrick. Lo he marcado con la mirilla y también con un icono de calavera, como ves, está al Oeste de la Academia, que es ese gran edificio elevado (y muy bonito, todo sea dicho) que vemos en la zona.

Ataques y Estrategia de Smarag

La misma estrategia que utilizamos en Agheel nos valdrá para Smarag porque al final ambos son un copy-paste y lo único que cambia realmente es que Smarag golpea más duro, tiene más vida y su fuego es de color azul. Que ya que sale el tema del fuego azul, mucho ojo con él porque este fuego deletea de una forma increíble; a mí me hizo one shot kill con toda la vida llena (en ese momento tenía como 26 en Vigor), así que evita a toda costa que te golpee con él o pasarás un mal rato.

Por lo demás, lo mismo que ya te dije en la guía de Agheel:

  • El caballo será nuestro mejor amigo en este encuentro, nos hará mucha falta su gran movilidad de cara a esquivarle y poder golpearle rápidamente y retirarnos del mismo modo raudamente. De cara a esquivar su fuego y demás también será muy clave, mano de santo.
  • La estrategia es la típica de siempre; te esperas a que finalice el ataque de turno (cuando está en el suelo digo, eh), te acercas rápido con tu caballo, le das un golpe y sales pitando. Así hasta el infinito, obviamente es mala idea quedarte cerca de él mucho tiempo, es un dragón enorme.
  • Cuando vuele tu única misión es correr y seguir corriendo para irle esquivando hasta que se canse y vuelva al suelo. Corre como si no hubiera un mañana sobretodo cuando se te acerque para hacer el ataque con el que se lanza en picado hacia ti desde el aire, que no veas como deletea ese golpe.

Con estos consejos ya verás como la batalla es bastante sencilla en realidad.

Recompensas

Al derrotarle obtendremos lo siguiente:

  • Corazón de Dragón: Objeto que podemos intercambiar en la Iglesia de la Comunión Dragontina a cambio de Encantamientos bastante guapos.
  • Llave de Piedra Refulgente de la Academia: La llave que nos permitirá acceder a la Academia de Liurnia. No la dropea Smarag en sí, pero la encontrarás justo donde este dragón estaba dormido custodiándola (tienes la localización exacta arriba). En esta zona encontraremos a Rennala, uno de los jefes principales.

¡Y eso es todo! ¿Te ha costado derrotar a Smarag de Elden Ring? ¿Crees que es demasiado parecido a Agheel? ¿Cómo le derrotaste tú? ¡Deja tu comentario!

Silver

Programador Web y Consultor SEO que tiene como hobby crear y escribir en blogs como este. Son ya unos cuantos años haciendo sobretodo guías para este blog y la verdad es que ya se ha vuelto una especie de adicción.

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